El dolor es la característica universal de los pacientes con abdomen agudo. Usualmente representa la causa de búsqueda de atención médica. La descripción del dolor puede ayudar a diagnosticar la etiología del dolor abdominal. Descriptores importantes incluyen:
El curso del dolor (¿cuándo empezó?, ¿es recurrente?, ¿ha progresado, disminuido, o cambiado desde el momento en que empezó?). Un dolor hiperagudo e inmediatamente severo es consistente con la perforación intestinal, pero también puede corresponder a un cólico ureteral por obstrucción o un cólico biliar.
La calidad del dolor (¿es penetrante, agudo, sordo, o tipo cólico?) El cólico intermitente es inusual en pacientes con perforación de víscera hueca o en inminencia de ruptura.
Severidad del dolor. Determínela con base en una escala de uno a diez.
Irradiación o migración del dolor. Determinar el lugar donde empezó podría ayudar a determinara la etiología. La patología del intestino distal tiende a iniciarse en el epigastrio, la patología del intestino medio se presenta con dolor periumbilical, y la del intestino distal se manifiesta con dolor infraumbilical. Ahora bien, con el transcurso del tiempo, el dolor frecuentemente migra y se localiza en la pared abdominal yuxtapuesto al órgano involucrado; esto sucede por inflamación peritoneal localizada. Una perforación franca usualmente causa dolor abdominal severo y difuso.
Lo que mejora o agrava el dolor. Indague por “lo que mejora o agrava el dolor”. Es importante preguntar respecto a si el dolor se modifica con la posición, la comida, o el movimiento. El dolor que se exacerba con el movimiento es consistente con peritonitis, mientras que el dolor que mejora con las comidas es consistente con ulcera péptica.
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