El TAC helicoidal se ha convertido en la imagen de elección para evaluar el abdomen agudo. Los estudios reportan una sensibilidad diagnóstica del 95% al 98%, y una especificidad del 95.1%. Es rápida. Su efectividad depende de los protocolos utilizados y, como en todos los métodos diagnósticos imagenológicos, es muy importante la comunicación entre el médico tratante y el radiólogo para transmitirle nuestra impresión diagnóstica y orientar la búsqueda de hallazgos; con base en esas expectativas se establecerá el mejor protocolo que incluya uso de contraste, las fases adecuadas, parámetros de colimación y los intervalos de reconstrucción.

Fig. 13. TAC Helicoidal. Actualmente es considerada la imagen de elección para la valoración del abdomen agudo.
Los estudios reportan una sensibilidad diagnóstica del 95% al 98%, y una especificidad del 95.1%. Es una
técnica diagnóstica rápida y es una excelente herramienta para detectar perforaciones gastrointestinales y aire
libre en la cavidad abdominal. Es importante la comunicación entre el médico tratante y el radiólogo para
transmitirle la impresión diagnóstica y orientar la búsqueda de hallazgos.

El TAC helicoidal es una excelente herramienta para encontrar perforaciones gastrointestinales. Usando medios de contraste orales e intravenosos se puede buscar el sitio de perforación, identificando extravasación del medio, peritonitis, asas isquémicas y formación de abscesos. Normalmente, cuando hay sospecha de perforación es mejor usar medio de contraste hidrosoluble ya que el bario produce una peritonitis química severa, con incluso índices de mortalidad por encima del 50%. Es un método excelente para visualizar aire libre en cavidad, pero la localización del mismo no necesariamente se correlaciona con el sitio de la perforación.